Cuando todavía nos es imposible quitarnos de la cabeza la turgente apoyadura del astro del balón David Beckham, es decir, sus posaderas, glúteos o la zona donde la espalda pierde su casto nombre y que sigue conservando como solo las leyendas del fútbol saben mantener, llega Tom Cruise dispuesto a restarle protagonismo… o todo lo contrario.

Y es que cuando las aguas parecían calmadas en la vida del actor americano y referente más que absoluto de la Iglesia de la Cienciología (o Cientología, como prefieran) llega Twitter con la intención de desacreditarle, dejando caer que el culo que lucía en la película Operación Valquiria es tan suyo como nuestras las llaves de la ciudad.

La liebre saltó hace unos días cuando Cruise sufría un doloroso accidente durante el rodaje de Misión Imposible 6 al estamparse contra el borde de una azotea al dar un salto. Las redes sociales, maliciosas ellas, empezaban a decir que ya iba siendo hora de que Jerry Maguire se hiciera con un doble (como en su momento lo hicieran Harrison Ford, Brad Pitt o hasta nuestro preferido Tom Hardy) dado que Cruise siempre se ha jactado de no haber requerido de sus servicios en toda su carrera. Algo que parece tambalearse con la foto viralizada en las redes y en las que podemos observar un poderoso par de glúteos que según, algunos, no son 100% de su propiedad.

El ya talludito Tom podría haber necesitado de rellenos estratégicamente colocados para a) enfrentarse a sus continuos brincos y cabriolas en las guerras que se monta en sus películas b) combatir el peso de la edad y de un cuerpo que en su día fue deseado y actualmente, cada vez más desechado o c) anular las anteriores al haberse matado a sentadillas búlgaras toda su vida.

Una trasera por la que rebobinamos y volvemos a dar al play las veces que haga falta puesto que no nos importa esté o no falsamente aumentada si debajo están las reales posaderas del tipo que nos hizo soñar con universitarios en calzoncillos y gafas RayBan.

Posted by:Bru Romero

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

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